Cambio de pantalla
Cambiar la pantalla de un celular es un proceso delicado que comienza con la preparación del dispositivo. Primero, es fundamental apagar completamente el teléfono para evitar cortocircuitos. Si la batería es removible, se debe quitar junto con la tapa trasera. Luego, se procede a desatornillar la carcasa para acceder a los componentes internos del teléfono. Este paso requiere precisión, ya que los tornillos suelen ser pequeños y están ubicados en lugares específicos.
El siguiente paso es desconectar los cables flex que unen la pantalla a la placa base del celular. Estos cables son delicados y deben manejarse con cuidado para evitar daños. Una vez desconectados, se utiliza una ventosa o una espátula para separar la pantalla dañada del cuerpo del teléfono. Este es uno de los pasos más críticos, ya que forzar la pantalla puede romper otros componentes. Con la pantalla antigua retirada, se coloca la nueva pantalla, conectando cuidadosamente los cables flex y asegurándose de que todo esté bien alineado.
Finalmente, se reensambla el celular. Esto implica volver a colocar la carcasa, los tornillos, la batería, y la tapa trasera. Una vez ensamblado, el teléfono se enciende para probar la nueva pantalla y asegurarse de que funcione correctamente. Si todo está en orden, el cambio de pantalla habrá sido exitoso, devolviendo la funcionalidad completa al dispositivo. Este proceso requiere paciencia y precisión, y es recomendable tener las herramientas adecuadas para evitar complicaciones.